lunes, 20 de junio de 2011

pólvora




Pasado ya casi un año de que este libro de vivencias quedo guardado en el baúl de mis recuerdos, inconscientemente enterré con él un capitulo oscuro de mi vida, donde cada día era mas difícil que ayer, donde los segundos parecían minutos y los minutos parecía horas, es una sensación rara de que el tiempo nunca va a pasar, y nunca se va a llevar esas heridas que inconscientemente recordamos a diario, las sentimos palpitar constantemente en el corazón. Pero quien puede decir que vivió en la oscuridad, yo puedo decir que mi pasado habla con palabras, habla con heridas que hoy están cicatrizadas, habla con una sonrisa de vida. Es duro el proceso para alcanzar la felicidad, más que un lindo auto, un pintoresco departamento o la mejor parcela en el lugar más tranquilo del país, es más que un estupendo viaje o de disfrutar de los mejores manjares de la vida. Hablo de la simpleza, de disfrutar del día a día, de disfrutar el amor. Tiempo atrás no podía entender como una persona le podía regalar tanta felicidad a otra y así mutuamente se regalaban pequeños espacios que daban como resultado grandes sonrisas, miraba con mucha incomprensión todos esos actos casi ridículos desde el punto de vista de el ritmo de vida de el común de los mortales inmersos en las redes de la sociedad actual, llena de odio. inconscientemente comencé a crear un espacio dentro de la sociedad tomando lo bueno y dejando lo malo, así como lo hacemos en el supermercado, me integré inconscientemente en el juego de la felicidad, donde la felicidad tiene un costo y ese costo es un sacrificio y ese sacrificio lo haces con tanto gusto, porque obvio te da las alas para alcanzar esa anhelada felicidad que trae consigo tranquilidad, la vida es muy hermosa, linda y simple para dejarse hundir, la vida es tan simple que no tenemos que complicarnos por cada tropiezo que nos damos. Aquí comienzo nuevamente a relatar de manera simple el proceso de la felicidad, dedicado a la persona que me enseño que el amor no es un sufrimiento, que el amor es una lucha de todos los días, que el amor es felicidad sin importar nada de lo que ocurra en el resto del mundo. Dedicado a san Martin, un hombre sabio, que sabe más que cualquier persona el significado del amor y de vivir el hoy como si fuera un regalo.

sonando: la miseria de tu rostro - pólvora negra


Fomentamos el descontento y la desobediencia por la
lucha constante contra la realidad impuesta, es un
ataque de alegría desbordante, ganas de volar, ansias
de destrucción, una destrucción que vamos a hacer
durar, será como en actividad a los cuales en cualquier
momento les llega la hora de la erupción.

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